Ventanas Inteligentes

Como una opción para el uso más eficiente de la energía que se utiliza en calefacción, aire acondicionado e iluminación en el interior de edificios, científicos surcoreanos desarrollaron un nuevo tipo de ventana ‘inteligente’ que, de manera automática y casi instantánea (unos cuantos segundos), se opaca cuando la luz solar y la temperatura exterior aumentan, y se transparenta cuando disminuyen.

El nuevo material reversible mantiene las casas frescas en verano y cálidas en invierno, aprovechando al máximo la luz natural.

El secreto de ser bastante mejores que las demás es la combinación de un polímero como electrolito, iones reaccionando con contraiones y la utilización de metanol como disolvente.

De hecho, además de ser más baratas y ser menos tóxicas de producir, el cambio del estado opaco-reflectivo a ser totalmente transparentes se hace en pocos segundos, cosa que no se había conseguido hasta la fecha.

Gracias a ellas se ahorraran coste de energía al reflejar la luz en verano y permitir su paso completo en invierno, entrando más o menos luz según convenga, mejorando la iluminación y disminuyendo el gasto de aire acondicionado.

El estudio es publicado en la revista especializada ACS Nano.

Generador eólico en la fachada de tu casa

Algo característico de casi todos los edificios es la presencia de una fachada con pocas o ninguna ventana, esas superficies bien podrían aprovecharse para soportar sistemas de generación de energia limpia, como estas pequeñas turbinas llamadas Wind Cube.

El sistema se basaría en distintos paneles modulables y anclables entre sí que conformarían una especie de panal de abeja interconectado, lo que  le dotaría de firmeza en sus sujecciones a la superficie.

Las palas telescópicas del Wind Cube tienen una longitud de 50 centímetros y se despliegan cuando se necesita potencia eléctrica, optimizando su uso. El sistema, además, podría trabajar a velocidades bajas, pudiendo generar energía casi en cualquier situación.

Como se muestra en la imagen se despliegan las palas eólicas, que tienen una potencia de 100 vatios y son capaces de aportar 26,1 kWh al mes, según los cálculos de su diseñador de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Taiwan, Liao-Hsun Chen.

Según los cálculos, los 324 kW mensuales que generen 15 Wind Cubes, bastarían para alimentar la electricidad que consume al mes una familia de cuatro personas. Este cálculo, evidentemente, no es exacto, pues depende de las condiciones meteorológicas. Eso sí, instalado en las fachadas de las casas, junto con otros sistemas de generación deenergías renovables podría reducir mucho la cantidad de emisiones de gases contaminantes a la atmósfera.

Energía eólica reemplazará a la energía nuclear?

Un científico japonés ha diseñado un nuevo tipo de generador eólico que podría triplicar la cantidad de energía obtenida por los «molinos» actuales. Su propuesta consta de una enorme turbina con las aspas embutidas en una estructura en forma de aro de 100 metros de diámetro que intensifica el flujo de viento que incide sobre ellas.

El desastre de la central nuclear de Fukushima, a causa del tsunami que la arrasó a principios de este año, ha provocado que se refuercen las iniciativas para sustituir paulatinamente el uranio y el plutonio por energías limpias. En este contexto, el japonés Yuji Ohya, profesor de la Universidad de Kyushu ha presentado su proyecto «Wind Lens», basado en la energía eólica, en la Exposición Internacional de Energías Renovables que se ha realizado este año en Yokohama.

Una de las principales dificultades para la sustitución de centrales nucleares por otras de energías renovables es la enorme capacidad de producir electricidad que tienen las primeras en comparación con las demás. Ohya se ha esforzado en aumentar los rendimientos que podrían generar las centrales eólicas y ha desarrollado estos nuevos generadores que utilizan una estructura que funciona a modo de «lente»con el viento que llega al molino. Según el propio científico, su ingenio logra triplicar la cantidad de energía eléctrica que proporcionaban los antiguos generadores.

Si bien una turbina “Wind Lens” no puede competir (ni mucho menos) con la potencia que genera una central nuclear, una “granja” repleta de ellas podría reemplazar tranquilamente a un peligroso reactor nuclear. Ohya ha pensado en todo: prevé instalar estas enormes turbinas sobre una base exagonal flotante, acoplar decenas de estas estructuras entre si, y remolcarlas mar adentro.

Otro de los efectos negativos que tradicionalmente se asociado a las centrales eólicas es el ruido acústico que generan y su impacto sobre el paisaje. Para solucionar esto, el científico nipón ha previsto instalar los generadores sobre una base hexagonal flotante para luego unir varios de estos soportes en superestructuras. Estas se remolcarían de uno a dos kilómetros mar adentro. De esta manera se aprovecharían los fáciles accesos al mar de que dispone la isla de Japón y se ahorraría el espacio

Carga tu celular mientras caminas

¿Te has quedado sin batería en el móvil y necesitas hacer una llamada con urgencia? En la Universidad de Wisconsin han creado un sistema de recarga de dispositivos móviles que, instalado en la zapatilla, carga los aparatos con la energía que generamos al caminar.

Cada vez tenemos más aparatos electrónicos portátiles: mp3, teléfonos móviles, tabletas, radios, cámaras de fotos, cámaras de vídeo, etcétera. y cada vez tenemos más posibilidades de que alguno de ellos se quede sin batería. Las soluciones pasan desde una planificación detallada de las baterías por parte de los usuarios hasta las últimas investigaciones para conseguir que nuestros aparatos no se queden sin carga.

A este respecto, según acaba de hacer público un grupo de investigadores de la Universidad de Wisconsin liderado por Ashley Taylor y Tom Krupenkin, un innovador sistema instalado en las zapatillas podría cargar los aparatos electrónicos cada paso.

El dispositivo se instala en el zapato y se activa al caminar. El sistema de se basa en la nanotecnología, concretamente gracias a un dispositivo de micro-fluido. Gracias a las miles de pequeñas gotas que existen en el interior de la nanoestructura, la energía mecánica se transforma en energía eléctrica aprovechable por los aparatos. Y es que como explica el propio Krupenkin, «una persona puede generar hasta un kilovatio de potencia durante una carrera corta».

 De momento el aparato creado ha conseguido generar 20 vatios de electricidad usable en aparatos electrónicos, energía que actualmente se pierde en forma de calor.

Igualmente, según han indicado sus creadores, «la energía podría integrarse en un punto WiFi, que actuaría como «puente» entre el dispositivo móvil y la red inalámbrica». De este modo la energía generada podría utilizarse para reducir el consumo de energía cuando el aparato se conecta a Internet. Como indica Krupenkin, gracias a este sistema «la batería del teléfono se alargaría diez veces al cortar los requerimientos energéticos del mismo radicalmente a través de este sistema».

Sus creadores han creado la empresa InStep NanoPower para, en un futuro no muy lejano, comercializar esta alternativa de manera natural y que cualquiera cargue su móvil con su propio movimiento.

Se te acabo la batería en tu celular? pues dale vueltas!!!

Muchas veces nos encontramos en situaciones en que la tu batería de nuestro celular está muy baja y tenemos que hacer una última y urgente llamada. Pues bien, si tu móvil llevara la batería que ves en la foto, bastaría con que le dieras unas cuantas vueltas para poder hacer esa llamada o al menos enviar un SMS.
Se trata evidentemente, de un prototipo diseñado por Song Teaho y Hyejin Lee, que aseguran que dando 130 giros a la batería, se obtiene suficiente energía para dos minutos de conversación. No está mal, ¿verdad?.

Se retira la batería, se gira alrededor del dedo y queda cargada para una llamada de 2 minutos o 25 minutos en Stanby.
 Via:  www.allpe.com

Un Litro de Luz


Un investigador del MIT ha logrado crear electricidad a partir de agua residual, y según parece es un método más eficaz que el uso de celdas solares, incluso es posible darle a nuestro hogar toda la energía que requiere en un día con tan sólo una botella y media de agua.

La solución es simple: Botellas plásticas transparentes se llenan con una mezcla de agua destilada y cloro. Cada botella luego se inserta hasta la mitad en un agujero en el techo y se aplica sellante para evitar goteras.

La nueva “ampolleta” emite luz equivalente a 55 Watts ya que el agua refracta la luz solar y otras luces exteriores.

Esta solución fue desarrollada por estudiantes de MIT (Massachusetts Institute of Technology). El gobierno de la ciudad de Manila cubrió los costos de la producción de ampolletas para 120 hogares y la fundación entrenó a los residentes para instalarlas.

Las plantas son extremadamente inteligentes: han separado el agua en hidrógeno y oxígeno usando la luz del Sol. Ellas combinan el hidrógeno con dióxido de carbono para crear azúcar, pero los humanos hemos tratado (por más de medio siglo) de saltarnos el paso del azúcar y recombinar el hidrógeno y el oxígeno para generar electricidad. Recordemos además que los gases pueden ser almacenados y usados más tarde.

Nocera ha comenzado negocios con Tata Group para comercializar esta tecnología. Según se estima, para el año que viene se podrá tener una especie de generador barato del tamaño de un refrigerador que será capaz de generar electricidad para toda la casa usando luz solar y una botella y media de agua por día (incluso funciona con agua residual). Obviamente esto es para casas pequeñas, no para mansiones.

Pensar que las plantas conocieron estos secretos durante millones de años, ¡y jamás los compartieron! Aunque no me sorprende, después de todo aun ignoramos la sabiduría de la madre tierra!!!

 

Paneles solares en la ropa o en papel

Desde hace unos años los investigadores se afanan en conseguir nuevos métodos para absorber la energía del sol y utilizarla para encender nuestras bombillas, recargar nuestros teléfonos y encender nuestros ordenadores. Ahora un equipo del MIT ha conseguido imprimir celdas solares sobre ropa y papel en condiciones normales y con un coste muy reducido.

«Casi tan barato y fácil como imprimir una foto en tu impresora» explican desde el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Y es que según han demostrado Karen Gleason, Vladimir Bulovic y el resto del equipo del centro de investigación, se pueden crear celdas solares sobre cualquier superficie gracias a una serie de tintas especiales que, además, son altamente resistentes.

En realidad no es tan sencillo el proceso. Para conseguir una celda fotovoltaica se necesitan depositar cinco capas distintas en pasos sucesivos y dentro de una cámara de vapor. Para lograrlo no se utiliza líquido, sino vapor, eso sí, siempre a temperaturas por debajo de los 120 ºC. Estas condiciones de impresión «amables», explican desde el MIT, hacen que sea posible su uso normal sobre papel, ropa oplástico.

Además, los investigadores han realizado pruebas de resistencia y han comprobado la fortaleza del sistema. Tras imprimir las celdas solares sobre un trozo de polietileno de tereftalato (PET) y doblarlo 1.000 veces, comprobaron que no disminuían las prestaciones del invento. Según los investigadores el «papel solar» produce menos de 50 V, lo que suministraría de energía a dispositivos de escasa potencia.

A la intemperie y con texto escrito encima

Igualmente, pudieron comprobar que también funcionaba si tenía un texto impreso sobre el material. Ante la posibilidad de que la zona impresa pudiera encontrarte a la intemperie los investigadores también han demostrado que el papel puede estar revestido con laminaciones estándar para protegerlos sin perder efectividad.

Como explica Bulovic, uno de los investigadores principales, «hemos demostrado de manera bastante exhaustiva la robustez de esta tecnología. Podremos fabricar celdas solares con elevadas prestaciones en vatios por kilogramo. Con celdas solares de este tipo se abre un gran abanico de aplicaciones tecnológicas«. Gracias al trabajo constante de investigadores de todo el mundo cada vez estamos más cerca de ver impresos paneles solares en tejidos, papeles y plásticos.

Energía solar almacenada en nanotubos!!!

Hasta el momento la transformación y el almacenaje de la energía solar para posteriores usos en forma química era extremadamente cara y complicada. Ahora, una nueva aplicación desarrollada por científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) permite usar esta energía, cuando realmente sea necesaria.

Existen tecnologías que nos permiten utilizar laenergía de las olas, las mareas, el viento, el sol, etcétera. Sin embargo, esta energía debe ser consumida en el mismo momento que se produce, de modo que la hace muy ineficiente de cara a su uso comercial. La solución sería su almacenaje de forma segura para su uso posterior (por ejemplo encender las bombillas de una casa con la energía recogida por los paneles solares durante el día.

El almacenaje de forma química tiene importantes ventajas respecto a otros sistemas. El principal es su acumulación durante periodos largos de tiempo sin perdidas sustanciales de energía, pudiendo recuperar la práctica totalidad de la misma poco tiempo después.

Sin embargo, los sistemas químicos son caros y difíciles de aplicar por dos motivos: el propio proceso de conversión y acumulación, que necesita diversos y complicados ciclos, y la utilización de un material raro y caro como es el rutenio.

El pasado año, el profesor del MIT Jeffrey Grossman y otros cuatro colegas encontraron un método para almacenar mejor la energía de manera química. Sin embargo, ya en su día apuntaron que el proceso sería más sencillo si se encontrasen otros materiales con las mismas características y más abundantes. Ahora, Grossman junto al investigador Alexie Kolpak han encontrado un material con estas características.

Estructuras de nanotubos de carbono

El nuevo material encontrado se basa en estructuras de nanotubos de carbono combinados con azobenceno. Este nuevo material «tiene propiedades que no existen en otros materiales de manera separada» explica Grossman.

Este compuesto, además de ser menos caro y más fácil de conseguir que el rutenio, tiene una mayor capacidad de acumulación de energía. Exactamente, explica el investigador Alexie Kolpak, «unas 10.000 veces más densidad volumétrica de acumulación de energía que las pilas de ión litio«. Además, «podemos controlar las interacciones moleculares incrementando la cantidad de energía acumulada y el tiempo que puede permanecer almacenada» apunta Kolpak. «Y lo más importante, podemos controlar ambos factores de manera independiente», puntualiza el investigador.

De este modo, la estructura molecular de los materiales de almacenamiento termoquímico cambia por la acción de la energía solar. Posteriormente, para liberar la energía acumulada solo hace falta un pequeño cambio de temperatura, una catálisis química o algún estímulo externo mínimo para producir una reacción en cadena y aprovechar la energía.

Lo interesante de este nuevo material es también la capacidad de simplificación del proceso. En palabras de Grossman, «tenemos un material que convierte y almacena la energía» en un solo paso, y que además «es robusto, no se degrada y es barato».

Sin embargo aún queda mucho por investigar en el mundo de los nuevos materiales que consigan almacenar energía de manera estable y duradera. Como explican los propios investigadores, «creo que es la punta del iceberg».

Tienes termitas en tu casa, utilízalas para crear biocombustibles

Científicos de dos universidades de Estados Unidos han dado un paso más en la obtención de enzimas destinadas a la fabricación de bioetanol de segunda generación. El estudio del intestino de las termitas, invertebrados ampliamente investigados en este campo, ha dado las claves para replicar enzimas en laboratorio que puedan acelerar la fermentación del etanol procedente de materias primas leñosas.

La conocida alimentación a base de madera de las termitas ha supuesto una valiosa clave para el desarrollo de la investigación sobre combustibles alternativos. Se trata concretamente del bioetanol procedente de materias primas leñosas y cuya fermentación facilitaría enormemente dichas enzimas que, desde ahora, será posible generar en laboratorio. Estas enzimas son las responsables de la descomposición de la madera que las terminas devoran, facilitando la liberación de azúcares, la degradación de la lignina y la fermentación del etanol.

Los resultados de la investigación llevada a cabo por investigadores de las universidades de Florida y Purdue (Indiana), han sido publicados en la revista científica online PLoS One. Los científicos, tras identificar y separar enzimas creadas por las propias termitas y por los simbiontes (protozoos que viven en sus intestinos) desvelaron que éstas eran igual de eficientes en la liberación de azúcar a partir de la biomasa.

En una columna que publicó este lunes en el diario brasileño Gazeta Mercantil, Steiner señaló que las termitas albergan microbios capaces de transformar de “forma eficiente y económica los residuos de madera en azúcares para la producción de etanol“.

“Estados Unidos está invirtiendo miles de millones de dólares en combustibles alternativos; una parte de los cuales fue destinado a las termitas”, dijo Steiner, que inició este lunes una vista a Brasil. “Estudios semejantes están siendo realizados en laboratorios de insectos tropicales de Kenia con financiamiento europeo”, agregó.

Señaló que “en pocos años” la tecnología de termitas podría superar a la de la caña de azúcar o del maíz, con las cuales Brasil y Estados Unidos producen, respectivamente, etanol como sustituto de la gasolina.

Steiner no descartó que ese tema aflore en la reunión que sostendrán el viernes en Sao Paulo los presidentes de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y Estados Unidos, George W. Bush, cuyos países son los mayores productores mundiales de etanol.